Estamos próximos a celebrar 147 años del surgimiento de Pereira. Una ciudad que empezó a crecer desde el sueño de unos pocos y la pujanza de muchos que empezaron a llegar de otras latitudes para, a través del convite, esa fuerza formada por la unión de la pluralidad de su gente que deseaba con ahínco, construir un lugar en donde ver crecer sus familia y cumplir sus sueños.Pereira está bautizada con el sudor de todos aquellos que empuñaron las herramientas que forjaron sus calles, sus hospitales, sus escenarios deportivos y hasta la entrada para muchas más personas que quisieran arribar, su aeropuerto. Una entrada sin obstáculos como reza uno de los títulos que se le ha dado a Pereira, la ciudad sin puertas.
Estamos celebrando más que un cumpleaños, estamos celebrando que estas colinas bañadas por los ríos Otún y Consota, nos brinden un lugar único para vivir. En donde todos desde su sentir individual pueden describir su ciudad. Algunos piensan en su acogedor clima, otros en la cercanía de las urbes mas importantes de Colombia, otros agradecen la fertilidad de sus tierras y otros respiran el aire que el entorno natural brinda. Sus paisajes contrastantes y su gente, la que ha hecho a esta ciudad grande y una de las de mayor crecimiento exponencial del país, pero todos, sin duda, sienten este como su lugar en el mundo.
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